¿Quién habla aquí?

por Margarita Borja y Georg Kasch

Ese regusto a incertidumbre que nos dejó la pandemia nos llevó a dudar si existiría una tercera edición del Festival ¡Adelante! Pero aquí estamos otra vez con una serie de producciones curadas por Ilona Goyeneche y Jürgen Berger (junto a los directores artísticos Holger Schultze y Lene Grösch), quienes ya nos maravillaron con su selección en las anteriores ediciones del festival (2017 y 2020). Conversamos con ellos sobre política y estética, identidad y sorpresas durante su exploración de la escena teatral iberoamericana.

Ilona, Jürgen, la última edición de Adelante tuvo lugar en febrero de 2020, a las puertas de la pandemia. Tres años más tarde, mientras recorrían los teatros latinoamericanos en busca de obras para la nueva edición, ¿encontraron huellas dejadas por la pandemia y el confinamiento?

Jürgen Berger: Definitivamente sí. En algunos países se notaba que recién habían vuelto a las tablas. Se percibía en la atmósfera una mezcla de temor y optimismo. ¿Y ahora qué? ¿De dónde saldrá el dinero? Estamos a fin de cuentas ante una escena de teatro independiente donde las decisiones políticas pesan. Cuando estuve en Brasil, por ejemplo, antes de las elecciones no sabíamos si Bolsonaro o Lula sería el próximo presidente y lo que ello significaría en términos de política cultural. Esto generó cierta cautela. Pero también me encontré con esa gran alegría que sentían las agrupaciones al poder finalmente volver a hacer teatro juntos, y mostrarlo.

Ilona Goyeneche: La misión de preparar la edición del 2024 del festival se siente un poco como un nuevo comienzo, y así mismo la hemos asumido. Por un lado hemos esperado un año más porque algunos teatros recién estaban reiniciando su trabajo. Es mucho lo que ha cambiado, tanto para la escena teatral en general como para las distintas agrupaciones. Hay menos dinero, las exigencias son otras. Hemos intentado acompañar este nuevo comienzo tomándonos el tiempo necesario para comprender cómo se lo vive en cada país e incorporando esta reflexión en nuestro proceso curatorial. Algunas producciones también abordan la pandemia, no como tema principal pero sí aparece entrelíneas.  

Jürgen Berger: Se nota en la atmósfera de las puestas en escena y en la forma de actuar. Se siente la incertidumbre que todos experimentamos durante la pandemia e incluso después. Esa necesidad de reacondicionarnos, de abrirnos nuevamente al teatro y la actuación.

Y ya que hablamos de crisis, en el mundo germanoparlante el cambio climático ocupa un lugar principal sobre las tablas, algo que no se refleja en las obras iberoamericanas seleccionadas. ¿Existen allí temas más urgentes?

Jürgen Berger: Al parecer, sí. Hemos visto entre 150 y 200 producciones, muchas de ellas en grabaciones, y de ellas hemos considerado unas 70 para la ronda final. Y tampoco recuerdo que alguna de las que no pudimos invitar abordara como tema principal el cambio climático. 

Ilona Goyeneche: En principio, es un tema importante, pero esta vez nos hemos encontrado con obras donde dominan otros temas más urgentes. Quizá en “La luna en el Amazonas” de Colombia sí se topa el tema de la crisis climática. Y en “Minga” de Chile, aunque el foco es más bien la gentrificación y la manera en que las tradiciones se van perdiendo.

Varios países latinoamericanos han vivido en estos años profundos cambios políticos, ¿cómo se reflejan estos en las producciones invitadas?

Jürgen Berger: La verdad es que si intentamos seguir el paso del subibaja del poder en la región, nos damos cuenta de que los artistas teatrales no pueden reaccionar a tal velocidad. Eso por un lado. Por otro, tienen sus propias ideas de proyectos y temas, y quieren desarrollarlos. La situación es distinta de país en país. Sobre Venezuela no podemos ni hablar porque se ha convertido en una caja negra para nosotros. No tenemos idea de qué está pasando ni lo que ello significa para los creadores teatrales. En Cuba me impactó que en tan solo un par de años la situación económica se hubiera deteriorado tanto, y el efecto que esto tiene en la gente. Hacen colas para conseguir alimentos básicos, y la escena cultural y teatral tiene que lidiar con un éxodo masivo, también muchos artistas abandonan un país que se desangra de una forma difícil de imaginar.

Y a pesar de todo, todavía se hace teatro…

Jürgen Berger: Sí, pero no hay muestras ni festivales. Durante mi visita a Cuba organizaron especialmente, en diez días, presentaciones para que yo pudiera ver algo cada noche. Y abrieron las puertas del teatro al público que no dudó en llenar las salas. También por ello es tan interesante la producción cubana “Normalización”, porque se nota cómo los dos intérpretes tuvieron que buscar caminos para poder contar la realidad sin meterse en problemas. Para el público alemán será todo un reto traducir las claves que han desarrollado performativamente.  

Ilona Goyeneche: Me parece que en esta ocasión el foco no se encuentra tanto en lo político sino en lo personal, en la identidad. Por un lado se trata de un descontento latente, como el tema de la inseguridad en “Espíritu” de Chile o “Guns” de Uruguay, y de temas sobre los cuales ya va siendo hora de hablar, como la violencia contra la mujer en “Déjà vu” de Bolivia. Por otro lado se abordan temas de identidad, como en “Soliloquio” de Argentina, “Aurora negra” de Portugal, con toda esa discriminación y pasado colonial que llevamos en nosotros. También “Hamlet” de Perú va por ahí: ¿Cuándo me comprendo a mí mismo como el uno o el otro, el indígena, la persona con síndrome de Down?

La migración masiva, la violencia contra las mujeres, temas como la seguridad y las propias raíces dominan en las producciones seleccionadas, y son temas fundamentales en América Latina independientemente de la situación política porque mucha gente lo ha vivido: derecha o izquierda, gobiernos van, gobiernos vienen, pero los problemas persisten...

Ilona Goyeneche: Exactamente. Pero también sucede lo que ha mencionado Jürgen: los cambios se han sucedido de manera tan acelerada en los últimos tiempos que los artistas todavía no han reaccionado. Argentina es el mejor ejemplo. Estuve por ahí en marzo de 2023 en el Festival FIBA de Buenos Aires, y de pronto, un par de meses después aparece este populista de derecha, Javier Milei, que domina las encuestas. Nos quedamos boquiabiertos preguntándonos qué pasó aquí… En toda la región existe esta incertidumbre, no se sabe aún hacia dónde van las cosas ni qué consecuencias traerán los cambios.

Jürgen Berger: En este sentido no difiere tanto de la situación en que nos hallamos en Europa. Yo resaltaría que la gente en Latinoamérica está acostumbrada a que las cosas cambien frecuentemente así que esperan a ver qué significan de verdad esos cambios. Y sin embargo, ahora la situación ha adquirido un cariz diferente porque son cambios más drásticos. Ante las múltiples crisis que se suceden una tras otra, Europa está tan perpleja como América Latina. De momento, todos somos incapaces de comprender cómo se está reordenando el mundo.

Con este son ya tres las ediciones del Festival donde han ejercido como curadores, ¿qué diferencias notables han hallado entre el teatro iberoamericano y europeo, especialmente el teatro alemán?

Ilona Goyeneche: En la selección están representados muchos temas que también se están debatiendo en Alemania y Europa. Pero lo interesante aquí es que se los retrata desde un punto de vista iberoamericano y no se trata de interpretaciones desde perspectivas externas. En cada edición del festival vuelven a enfrentarse dos miradas: lo que uno se imagina que es el teatro iberoamericano desde Europa y cómo trabajan los creadores teatrales de Iberoamérica en realidad. Y entonces se da cada vez un saludable choque cultural.

Han mencionado la identidad como un tema central que parece atravesar como un hilo conductor el programa que se presentará durante el festival del 2024. ¿Podrían contarnos un poco más al respecto?

Jürgen Berger: En Latinoamérica, pero también en Portugal se discute actualmente la cuestión de quién puede representar a quién. ¿No deberían ser los afectados quienes puedan contar su propia historia? Es un tema recurrente, como en la obra de Tiziano Cruz, quien teniendo raíces indígenas ha llegado de la periferia al centro pero una y otra vez debe hacerse valer, hacerse ver más allá de lo exótico. O como en “Aurora negra” cuyas intérpretes han venido todas, junto a sus familias, de las ex colonias a Portugal, y reflexionan justamente sobre este proceso migratorio utilizando para ello geniales medios estético-teatrales. Lo cual a su vez nos lleva al debate actual sobre lo que está sucediendo en el Mediterráneo con los africanos que lo atraviesan en busca de refugio en Europa. 

Ilone Goyeneche: Tanto las artistas de “Aurora negra” como Tiziano Cruz nos están diciendo: nos obligamos a ser así porque ustedes creen que así somos, nos exotizamos porque es lo que ustedes esperan de nosotros. Pero en realidad, ¿quiénes somos? Esta pregunta resuena en varias de las producciones seleccionadas, también en “Hamlet” y en “Ese Boker en el campo del dolor”.

Jürgen Berger: También en “Historia do olho” de Brasil donde aparecen sobre las tablas tanto intérpretes profesionales como actores porno que nos confrontan con los estereotipos y prejuicios que tenemos sobre ellos, y nos dicen: ahora les demostraremos que en el set de filmación hacemos lo mismo que en privado: y lo recrean a la vez que nos dejan claro que están fingiendo. Todo esto además conectado al texto homónimo de Bataille: “Historia del ojo”.

Después de tantos años de explorar Latinoamérica en busca de producciones teatrales, ¿se encontraron todavía con alguna sorpresa?

Jürgen Berger: La primera sorpresa nos la dio el Teatro Heidelberg que, en cuanto se levantaron las restricciones de la pandemia, enseguida nos contactó para informarnos que habría una próxima edición del festival ¡Adelante! Me sorprendieron gratamente esa lealtad y determinación.

Ilona Goyeneche: Estoy totalmente de acuerdo con Jürgen. Y cuando una viaja por la región se da cuenta de lo increíblemente importante que resulta un festival de este tipo que involucra ampliamente a Iberoamérica y la hace visible. También para los intérpretes y dramaturgos es interesante reunirse en un solo lugar y durante toda una semana tener la oportunidad de conocerse. Como sabemos, es una región vasta, compuesta por tantos países con grandes diferencias. Diferencias que por un lado se notan, pero por otro existen muchos temas en común.

¿Y alguna experiencia inesperada durante sus viajes por la región?

Jürgen Berger: Es agradable cuando vienes de Alemania encontrarte de repente en países donde la relevancia del teatro no se cuestiona, no tienes que justificar su existencia. Resulta refrescante además encontrarse con las ideas contundentes de los artistas latinoamericanos y ver cómo logran llevarlas a las tablas con una sencillez que convence. 

Ilona Goyeneche: Durante el proceso de curaduría tuve la oportunidad, entre diciembre y febrero, de visitar Uruguay, Argentina y Chile. Allí asistí a festivales donde se notaba ese sentimiento de pertenencia a una misma región. ¡Y una región con una escena teatral tan poderosa! Allí pude presenciar también producciones de Perú y Bolivia, entre ellas “Déjà vu” a la cual invitamos a ¡Adelante! Esta obra aborda el tema de la violencia contra la mujer, el tráfico de niñas y jóvenes, la normalización de este tipo de violencia en la sociedad. “Déjà vu” empezó como un proyecto social pero cuando terminó las mujeres decidieron que querían continuar. Así que estas artesanas y comerciantes, al salir del trabajo se dan todavía el tiempo para asistir a los ensayos, porque han descubierto lo importante que es para ellas el teatro y cómo está cambiando sus vidas. Una de las mujeres tuvo que primero convencer a su marido, quien al principio decía que perdería el respeto de sus amigos cuando les contara lo que hacía su mujer. Pero poco a poco logró su apoyo. Son estas las historias que nos hacen comprender las cosas que nacen de este tipo de proyectos, cosas que no siempre son visibles sobre las tablas y nos demuestran que hacer teatro en Latinoamérica es mucho más que aquello que sucede sobre el escenario.

 

Ilona Goyeneche es una periodista, gestora cultural y curadora chilena. Trabajó como redactora del diario chileno EL MERCURIO y de su formato digital. De 2006 a 2008, fue directora editorial de la sección cultural de EL MERCURIO ONLINE. De 2008 a 2019 colaboró con el Goethe-Institut en el área de teatro y danza, primero en Chile y luego en México. De 2019 a 2021, fue directora de coordinación de programas en el centro cultural Casa del Lago de la UNAM en la Ciudad de México. En 2014 fue jurado del premio nacional de danza y coreografía de México PREMIO NACIONAL DE DANZA GUILLERMO ARRIAGA. En el mismo año, fue curadora del Heidelberg Stückemarkt 2015 y se ocupó de la selección del país invitado México. En el mismo contexto, coordinó y editó la edición especial dedicada a México de Theater der Zeit. En 2016, fue co-curadora del festival de teatro mexicano "Endstation Sehnsucht" en el Münchner Kammerspiele. En 2018 fue jurado del Festival de Teatro en Jalisco, México, y en 2019 de la selección de producciones nacionales para el Festival Internacional de Artes Escénicas FIDAE en Uruguay. De 2019 a 2021 asumió la dirección de producción de la coproducción entre Schauspiel Stuttgart y Teatro UNAM en México y en 2023 la dirección de producción del espectáculo invitado DER WILDE de Schauspiel Köln en México. Actualmente, en conjunto con la Coordinación Nacional de Teatro de México está desarrollando un programa para promover la internacionalización del teatro mexicano. Así como en 2017 y 2020, también hoy forma parte del equipo de curadores de la edición 2024 del Festival ¡Adelante!, organizado por el Teatro y Orquesta de Heidelberg.


Jürgen Berger es un crítico teatral y literario. Colabora con diversos periódicos alemanes (Süddeutsche Zeitung, TAZ) y revistas especializadas (Theater heute). En 2003-2007 y 2012-2021 fue miembro del comité de selección del Premio de Dramaturgia de Mülheim, de 2007 a 2010 fue miembro del jurado del festival “Berliner Theatertreffen” y entre 2006 y 2015, jurado del Premio Else-Lasker-Schüler. Desde 2012 es miembro del jurado del Premio de Dramaturgia de Osnabrück. En 2015 fue uno de los curadores del festival Offene Welt (Mundo Abierto) de Ludwigshafen. Desde hace muchos años se dedica al estudio de la escena teatral en Latinoamérica. Para el Instituto Goethe ha dirigido numerosos talleres con profesionales de teatro internacionales, en Cuba, México, Chile y Brasil, entre otros. Así como en 2017 y 2020, también hoy forma parte del equipo de curadores de la edición 2024 del Festival ¡Adelante!

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