Más allá de Machu Picchu

El tercer país más grande de Sudamérica destaca a nivel mundial como paraíso turístico para quienes desean aventurarse entre la naturaleza virgen de la selva amazónica y los picos y paisajes andinos donde aún queda la huella no solo de la civilización Inca sino de fascinantes culturas indígenas que antes de ser sometidas por la avidez expansiva del Imperio Incásico habían alcanzado un gran desarrollo. Y es que la historia peruana no solo pervive en las ruinas de Machu Picchu o el Camino del Inca sino también en las misteriosas líneas de los nazcas, la ciudad sagrada de los carales o la perfección de la fortaleza de Kuélap erigida por la cultura chachapoyas.

La historia de esta nación de 33 millones de habitantes está marcada por las idas y vueltas entre la gloria y la miseria. Desde la caída del poderoso imperio inca a manos de los conquistadores españoles al mando de Francisco Pizarro pasando, ya en la turbulenta época republicana, por la derrota contra Chile en la Guerra del Salitre a fines del siglo XIX, hasta los conflictos territoriales con Ecuador, Colombia, Brasil y el terrorismo de Sendero Luminoso que desangró al país en los años 80 durante dos décadas.

Hoy en día, la población indígena del Perú, así como otros grupos menos privilegiados, viven en condiciones precarias. Tres millones no tienen acceso a agua potable en un país con altísima evasión fiscal: solo 1 de cada 10 trabajadores del Perú paga impuestos. Las razones son varias, desde la precariedad laboral (vendedores de comida ambulantes) hasta, en el caso de las élites, simple corrupción o desconfianza en el gobierno. Y es que Perú, al igual que otros países de la región como el Ecuador, ha tenido una historia política más bien oscura, donde se han sucedido en el poder una serie de líderes corruptos e ineptos elegidos democráticamente.

Y sin embargo, la riqueza turística, cultural, gastronómica, histórica, artística del Perú siguen deslumbrando al mundo. No solo han sabido conservar la herencia de sus pueblos ancestrales sino que se han abierto a la influencia revitalizadora de los flujos migratorios a los que han acogido en siglos recientes. A mediados y fines del XIX respectivamente llegaron migrantes chinos y japoneses. La fusión de la gastronomía japonesa y peruana la podemos disfrutar hoy como uno de los sabores característicos del país que además se exporta a todo el mundo. En Perú tampoco faltan artistas y escritores reconocidos en todo el mundo como el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y la cineasta Claudia Llosa por poner un ejemplo familiar.