Un lujo necesario

por Janis El-Bira y Georg Kasch
Version en español por Margarita Borja

Heidelberg, 20 de febrero de 2017. Hemos llegado al final de ¡Adelante! y Janis El-Bira y Georg Kasch conversan sobre las sorpresas, descubrimientos y producciones favoritas de estos nueve días.

Georg Kasch: Janis, me sorprendió mucho el final del Festival, ¿y a ti?

Janis El-Bira: Me pareció que hacia el final se notó una especie de dramaturgia en el festival mismo, en su programa. Incluso en el cierre, en la participación de España con “A House in Asia”, se abordó el término “teatro” desde una perspectiva sorprendentemente amplia. Lo cual contrastó con muchas de las obras que se mostraron en el festival y que resultaron más bien bastante convencionales.

Georg Kasch: También en términos geográficos y temáticos el festival tomó otro giro. “Sobre la teoría del eterno retorno aplicada a la revolución en el Caribe” superó las fronteras de la propia nación y "A House in Asia" se tomó los Estados Unidos, Jordania y Pakistán. Ambas, producciones que se podrían mostrar sin inconvenientes en cualquier festival alemán.

Janis El-Bira: Sí, “Sobre la teoría” y “A House in Asia” resultaron sin duda los montajes internacionales más sólidos. También “Un poyo rojo“, de seguro, y la realmente estupenda obra colombiana “Los incontados”. Esto, a pesar de ser la única entre las nombradas que explícitamente tematiza asuntos locales.

Gran seriedad, ruptura irónica

Georg Kasch: En estas diferencias podemos también constatar aquello que Federico Irazábal anota en su ensayo: no existe una unidad cultural absoluta llamada Latinoamérica. Por un lado están países como Argentina, Chile, Colombia y Uruguay, más cercanos a las nuevas tendencias, económica y políticamente relativamente estables. De otro lado encontramos naciones como Cuba, México y Perú, donde el teatro, al menos como lo vimos acá, parece estar anclado a la política.

Janis El-Bira: Totalmente de acuerdo. “Sobre la teoría”, obra con la que me divertí tremendamente, resulta un contraste muy interesante comparada, por ejemplo, con un montaje como “La cautiva”, de Perú. En la producción uruguaya todo parecería haberse convertido en una delirante broma, mientras que en “La cautiva” o en la “Antígona“ mexicana todavía se cree en el ideal de lucha. Por un lado lo sugerente, la ruptura irónica, por otro lo evidente, la profunda seriedad y el intento de explicar con obvia claridad. Impresionante que hayamos podido ver esas dos facetas acá presentes.

Georg Kasch: Sí, y en retrospectiva incluso las veladas que me dejaron confundido, extrañado, se han tornado experiencias importantes. En lo inacabado se revelan sociedades en transición.

¿Qué es original, qué es copia?

Georg Kasch: Lo que sí estuvo presente en todas las producciones fue la metáfora teatral, el teatro en el teatro, el escenario en el escenario.

Janis El-Bira: Sí, de hecho lo vimos casi en todos los montajes con mayor o menor protagonismo y obedeciendo a distintas motivaciones. En “Antígona“ el teatro es el lugar del esclarecimiento, donde sale a la luz la verdad, en “La cautiva” es en cambio refugio, el último refugio de la libertad de la fantasía. En las producciones de España, Costa Rica y Uruguay se bromea a costa del teatro o se realizan meta reflexiones en cuanto a la relación del actor y su personaje, por ejemplo. En todo caso, esta tematización del teatro nos revela que sí, que el teatro es un lujo, pero un lujo necesario.

Georg Kasch: Y en el montaje español, “A House in Asia”, el papel de las representaciones y los medios termina por abarcarlo todo, hasta el punto de que ya no se reconoce entre el original y la copia, la realidad y la ficción mediática.

Brillante trabajo de organización y logística

Georg Kasch: A propósito de lujos necesarios, es válido también para el festival en sí. El Teatro de Heidelberg se dio el trabajo de construir los decorados, siguiendo los modelos originales, para casi todos los montajes, puso comparsas en algunas de las producciones, se preparó durante dos años. ¡Cuánto esfuerzo! Pero cuando pienso en lo vibrantes que resultaron estos días, en cuánto hemos podido experimentar, en la empatía y curiosidad que mostró el público, en que incluso los directores y actores tuvieron la energía para asistir a las obras de sus colegas, debo insistir en que fue un lujo necesario, un lujo relevante.

Janis El-Bira: Sin duda fue una proeza, un brillante trabajo de organización y logística. En todo caso habría que anotar, y eso sin disminuir en lo absoluto el mérito de los organizadores, que varias escenografías eran bastante austeras. Lo cual yo no achacaría a problemas financieros sino a una decisión voluntaria. En primer plano se encontraban los actores como grupo, el elenco. Y fue raro el caso de que se luciera uno solo. Lo cual me pareció una cuestión de método y no de carencia.

Creer en el pathos

Janis El-Bira: Y en la misma línea podemos interpretar lo que sucedió con los directores que, a pesar de estar presentes, nunca aparecieron sobre el escenario para los aplausos. Eso de esperar a los directores para el aplauso final es una cosa muy europea.

Georg Kasch: También en los debates se hizo evidente que las puestas en escena son un trabajo en equipo. Y se notó el mismo espíritu de grupo sobre las tablas, incluso cuando dominaba el pathos, con exceso de gestos y palabras, los interlocutores siempre sabían cómo apoyar o reforzar, pues también los otros actores estaban imbuidos del mismo sentimiento y creían en él.

Emociones intensas

Janis El-Bira: Y ya que estamos hablando de emociones intensas, ¿cuáles son tus favoritos? ¿Qué obras te repetirías o te gustaría que se mostraran también en otros escenarios?

Georg Kasch: Sin falta, "Un poyo rojo". Quiero volver a verla de inmediato y mandar a todos mis amigos a verla también.

Georg Kasch: Y también "Sobre la teoría".

Georg Kasch: Y "Los incontados" que de todas formas ya está invitada a Berlín.

Georg Kasch: Pero también quisiera darle otra oportunidad a "Donde viven los bárbaros" con la esperanza de que se pula la puesta en escena del excelente texto.

Janis El-Bira: Entonces coincidimos en varios puntos. Mi entusiasmo más perdurable fue con "Sobre la teoría", la experiencia estética más estimulante la debo a "Los incontados" y "La cautiva" fue la que más me conmovió. Esas obras me las repetiría todas, sea donde fuere, preferiblemente en el lugar donde a los artistas se les pague mejor.